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Foto del escritorAlbeiro Arciniegas Mejía

“Nunca imaginé que Cara de gitana iba a tener tanta repercusión en el mundo”: Daniel Magal



Cara de gitana es la canción insigne, la que marcó el comienzo de mi vida artística”, dice el argentino Daniel Magal, cantante y compositor que nació en la ciudad de Ledesma, provincia de Jujuy, artista que se posicionó a nivel internacional como uno de los grandes de la música romántica que enamoró a varias generaciones en América.


“Después de 45 años, Cara de gitana sigue marcándome el camino, esa y otras canciones que no dejan de ser importantes, por lo menos para mí en el contacto con la gente, como Dónde andarás amor, De tanto mirar tus ojos, El tiempo de las moras, Pena y alegría del amor”, dice Magal.


Con relación a Cara de gitana, “la gente recuerda más la canción que mi nombre y eso es muy válido, cada vez que la canto las personas cantan conmigo haciendo ese contacto a través de la canción y dándome la posibilidad de compartir esos momentos que son inolvidables”.


Es una voz carismática de una particular gracia en su carácter, a quien jamás se le subió la fama a la cabeza, atiende esta entrevista con una cortesía que merecerían imitar otros artistas de menos fuelle y menos logros. “Nunca imaginé que Cara de gitana iba a tener tanta repercusión en el mundo, tanto es así que se grabó en cinco idiomas y hace cuatro años sumamos un idioma más, el árabe”, dice con evidente satisfacción.


Contemporáneo de Leo Dan, Leonardo Fabio, Tormenta, Diego Verdaguer, “aunque soy el que está en el furgón de cola en el tren musical de aquellos tiempos, me agregué en el 77, cuando ya todos eran famosos, Sergio Denis, Sandro, Julio Iglesias, los grandes del momento”.


“Yo aspiraba a grabar en la CBS, la tozudez mía de ingresar a esa compañía porque me parecía que era la más importante y mucha gente a fin al medio me ayudó y logré hacer eso”, recuerda. “Lo que rescato de la adolescencia son las enseñanzas de los grandes cantores como Raphael, que ha sido un ejemplo para mí, José Feliciano que en ese tiempo cantaba boleros, compositores como Aznavour, Doménico Modugno, que han sido mis ídolos y lo seguirán siendo siempre”.


De Aznavour y Modugno aprendió a relatar la idea en la letra de una canción, “los temas que pueden hablar de amor están en las letras de esos dos grandes compositores”.


En relación con la parte artística dice que la perfeccionó “de ver, de escuchar, por ejemplo, las interpretaciones que hacía Raphael después de verlo en vivo fueron la guía de los primeros pasos míos. En las conversaciones también se aprende, sin imaginarlo, Sandro un día estuvo sentado en una mesa conmigo conversando de todo, pertenecíamos a la misma compañía”.


Las actuaciones de Magal lo llevaron a recorrer el mundo. Se presentó en lugares como el Madison Square Garden de Nueva York, un escenario mítico y casi inaccesible, cantó en Dubai, en Egipto, en Australia, en España y en toda Latino América que la he recorrido y la sigo recorriendo.


“El año pasado estuve por Colombia y vengo de hacer una gira ahora por Estados Unidos; son muchas cosas para contar y rescatar en este aprendizaje de la vida que son muchos años y que, sin embargo, nos sigue dejando enseñanzas”, manifiesta.


En su faceta de compositor, Daniel Magal lo hizo para varios artistas de Argentina. “Diego Verdaguer fue una especie de guía en lo que corresponde a ubicar las canciones que yo empecé a componer para otros artistas, lo conocí en Buenos Aires cuando él ya era importante, tenía un tema que era Volveré, me acerque a él para mostrarle las canciones que iba componiendo y fue el primero que las grabó y se fue a México”.


En relación con su aspecto físico en el esplendor de los 70 y los 80: “Cuando yo gravé en la CBS me pidieron que no me afeitara los bigotes que era un emblema muy latino y me terminé pareciendo a Diego por la apariencia, por la argentinidad, aunque no tuvimos un contacto muy directo”.


Sí, Daniel Magal es uno de esos artistas que con su talento testimonia la grandeza musical de una generación en que cantar a las mujeres y al amor era un acto de respeto y elevada poesía, de auténtica creación en los ritmos musicales y en las letras, tanto que con sus canciones trascendieron en el tiempo, medida del arte verdadero en cualquiera de sus expresiones.


Gracias maestro por existir y legarnos canciones que hoy siguen despertando las emociones más sentidas, esas que, en el fondo, nos hacen más humanos y nos recuerdan la importancia de sentimientos como el afecto, la esperanza o el amor.

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